Todos los niños tienen su propio ritmo de desarrollo, pero cuando se trata del habla, existen parámetros que ayudan a determinar si hay algo que requiere atención. El retraso en el habla puede ser leve y temporal, pero en algunos casos es una señal de que el niño necesita intervención profesional.
Introducción
El retraso en el habla se refiere a una dificultad para adquirir habilidades relacionadas con la pronunciación, el vocabulario o la capacidad de combinar palabras para formar frases. Algunos indicadores comunes incluyen:
- A los 12 meses, no decir palabras simples como «mamá» o «papá».
- A los 18 meses, no tener un vocabulario de al menos 10 palabras.
- A los 2 años, no combinar palabras como “quiero leche” o “vamos afuera”.
- A los 3 años, tener dificultades para ser entendido por personas fuera de su entorno cercano.
Existen diversas causas para el retraso en el habla, como problemas auditivos, dificultades en la motricidad oral, trastornos neurológicos, exposición insuficiente al lenguaje o incluso factores emocionales. Cada caso es único y debe ser evaluado por un especialista.
Lo más importante es que los padres no ignoren estas señales. La intervención temprana es clave para corregir dificultades y prevenir problemas de comunicación a largo plazo. Las terapias de lenguaje personalizadas pueden marcar una gran diferencia en la vida de un niño, ayudándolo a expresar sus pensamientos, emociones y necesidades con confianza.
No dejes pasar más tiempo. Agenda una consulta con nuestros especialistas en lenguaje infantil y da el primer paso hacia un futuro lleno de palabras y conexión.
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